Las venas varicosas son venas que han adquirido un aspecto retorcido y parecen hinchadas o salientes
En la mayoría de los casos, las venas varicosas se localizan en las piernas las que se hinchan y duelen, sobre todo después de estar de pie mucho tiempo.
Las venas retornan la sangre al corazón. Para lograrlo cuentan con una serie de válvulas que funcionan como esclusas. Así, la sangre sube hacia el corazón “en escalones”. Cada vez que llega sangre a las venas, se abren las válvulas y permiten que dicha sangre “suba”; cada vez que la sangre tiende “a regresar” por gravedad, las válvulas se cierran e impiden que esto ocurra.
En ciertos casos, las válvulas venosas no existen o funcionan mal porque están “defectuosas”. Cuando esto ocurre, la sangre, en lugar de subir por las venas “en escalones”, se va acumulando, hinchándolas y deformándolas. Estas son las venas varicosas que se hacen muy visibles a través de la piel.
Los defectos de las válvulas de las venas o la falta de dichas válvulas es un problema con el que se nace. Incluso, puede heredarse de padres que las sufren.
Las venas varicosas, además de antiestéticas, son molestas y pueden llegar a ser dolorosas.
Existe el riesgo de que una vena varicosa hinchada puede romperse (con hemorragia masiva) o ulcerarse, lesión que puede tardar mucho tiempo en sanar (a veces años).
Sin embargo, el mayor riesgo de las venas varicosas es que se inflamen y que se forme un coágulo en su interior, complicación grave que se denomina tromboflebitis.
En la tromboflebitis la pierna se hincha, se pone roja, dolorosa y, si se infecta, el paciente puede tener fiebre.
La tromboflebitis es un problema que debe atender inmediatamente el médico
NOTA: Las venas varicosas son incurables; sólo pueden aliviarse las molestias y evitar las complicaciones, a menos que se recurra a la cirugía.
Es importante que consulte a su médico.