Normalmente la tos es un mecanismo de defensa del organismo contra las enfermedades o infecciones respiratorias. Cada vez que tosemos, despejamos nuestros bronquios de moco, el cual arrastra al exterior microbios, polvo y otras partículas que podrían dañar a nuestros pulmones.
Sin embargo, cuando la garganta, la laringe o los bronquios se inflaman o se infectan, la tos sigue cumpliendo su función limpiadora, aunque, en ocasiones, se repite con tanta frecuencia que resulta molesta e irritante, porque impide que el paciente duerma y descanse.
La mucosa del aparato respiratorio al inflamarse y/o infectarse manda señales al centro de la tos para que elimine la causa de la inflamación, en un esfuerzo por liberarse de irritantes o de los microbios infectantes. Aunque, se dijo, esta respuesta defensiva (la tos) llega a ser exagerada e innecesaria.
Esta tos es la que debe tratarse, aunque es señal de que existe un padecimiento respiratorio.
Casi todas las enfermedades respiratorias causan la tos: inflamaciones de la nariz, de la garganta, de la laringe, de los bronquios o de los pulmones.
En ocasiones, la tos sobreviene al exponerse al frío o por el ejercicio, signo indicativo de una enfermedad conocida como asma bronquial.
En otros casos, la tos se produce en la mañana, después de levantarse, hasta que se “desgarran” secreciones mucosas, característica de la bronquitis crónica (inflamación de los bronquios por fumar, por ejemplo).
La tos es, antes que nada, un mecanismo natural de defensa.
Cuando la tos se vuelve molesta para el paciente, porque no lo deja dormir o le impide descansar o comer, debe controlarse, no suprimirse. En estos casos, la tos ya no tiene la función de un mecanismo de defensa, ya que es resultado de una irritación de la mucosa respiratoria que genera una tos irritativa que provoca más tos. Es lo que los médicos conocen con círculo vicioso tos-irritación-tos.
Cuando la tos se reprime, como ocurre en enfermos muy debilitados, ello trae consigo infecciones mortales del aparato respiratorio.
Niños (mayores a 2 años)
Si tose mucho durante la noche:
Adolescentes y adultos
Tome un producto contra la tos de libre acceso, lea y siga cuidadosamente las indicaciones de la etiqueta.
Haga inhalaciones de vapor a las que puede agregarle un descongestivo de libre acceso.
Adquiera un antitusivo/ expectorante de libre acceso para aflojar la tos; lea y siga cuidadosamente las instrucciones de la etiqueta en ambos casos.