Son aquéllas que sólo dañan la superficie de la piel en áreas muy pequeñas, con enrojecimiento y, quizá, pequeñas ampollas. Las quemaduras por exponerse demasiado al sol o por cercanía a una fuente de calor se consideran, también, quemaduras superficiales.
IMPORTANTE: Las quemaduras graves (profundas y extensas que afectan las capas profundas de la piel) deben ser atendidas en el hospital.