Son lesiones leves y superficiales de la piel al exponerse a la luz solar o ponerse en contacto con agentes químicos, detergentes, microbios capaces de causar infecciones, agentes irritantes, picaduras o mordeduras de insectos, etc.
Las irritaciones de la piel también pueden infectarse; igualmente, existen otros procesos infecciosos de la piel que, aunque no son serios ni graves, requieren de la atención del médico (los casos leves pueden tratarse, no obstante, según se verá más adelante):
El impétigo es una infección de la piel que afecta alrededor de la nariz y la boca de los niños; es contagiosa.